Un biógrafo se enfrenta a una tarea tan intensa como demandante: reconstruir el pasado de un líder revolucionario de los años 70, cuya salud mental es, al menos, polémica. Sin embargo, la resurrección de las viejas consignas están a la vuelta de la esquina.
Qué: Libro (edita Candaya)
«A veces lo que pasa es que uno recuerda puras mentiras, y eso es lo único que uno sabe después, porque lo otro se le ha olvidado; pero esos murmullos de la memoria son lo que hace que uno siga presente en algún lado de esta vida». Son las primeras palabras de Anatomía de la memoria, el más que interesante libro en el que Eduardo Ruiz Sosa reconstruye el pasado de un ex estudiante y militante revolucionario, para convocarlo al presente y propulsarlo al futuro. La historia comienza a principios de los años 70 y se ubica al norte de México, cuando un conjunto de estudiantes bautizado «Los Enfermos» fundó un movimiento que se propuso «instaurar un nuevo orden nacional». Cuatro décadas después, el poeta Juan Pablo Orígenes –uno de los creadores del movimiento– vuelve a cobrar notoriedad mediante un trabajo del Ministerio de Cultura mexicano, que encarga al escritor Estiarte Salomón publicar la biografía del escritor a modo de homenaje, y editar también sus obras completas. Así, las conversaciones de Salomón con Orígenes, «un hombre enredado en el delirio de su propia memoria» revelan un pasado que no se cerró del todo, y lo impulsa a las calles a tratar de saldar viejas deudas mediante el «Ensayo de Resurrección, y el regreso de la Enfermedad al país». Un gran libro, escrito de manera notable, que apunta a despertar células dormidas y que aconseja qué hacer con ellas.