En la piel

Que se sepa: desde Loveless, aquel clásico de My Bloody Valentine que llevó a las melodías pop hasta las fronteras más recónditas, que un disco no ponía en riesgo los límites del audio sin por eso resignar su carácter sensorial. Más sencillo: apuesta técnica con el ruido, apuesta emocional con las canciones. Los Beach Boys en medio de una pesadilla, con una distorsión de fondo. El cuarteto de Los Ángeles es, no dudarlo, es una de las apariciones más rutilantes de los últimos años.

Get Color es su segundo trabajo, sin contar el álbum de remixes sobre los temas de su debut a cargo de los Crystal Castles. Y lo que lo diferencia de aquel primer disco es, sencillamente, el hecho de haber dado más de cuatrocientos conciertos en los últimos dos años, experiencia que hoy aparece volcada en un segundo álbum, avasallante tanto en su interpretación como en su potencia sonora.

La otra novedad es su curioso lanzamiento: quienes quieran llevar su nombre pegado a la piel podrán adquirir alguna de las nuevas camisetas que lanzó su sello, que además de vestirnos nos permitirán obtener, de manera exclusiva, un código para descargar el álbum de Internet con una calidad de sonido ideal. Vienen en tres tallas y, atención, presentadas como si fueran un CD. A sudarla escuchando el disco y saltando sobre el sofá.