Su inocente nombre puede llegar a engañar, pero lo del grupo estadounidense no tiene nada de ingenuo: ritmos en llamas y melodías que se incrustan en el cerebro.
«Me sorprendió bastante el éxito de nuestro primer disco. Diría que no me lo esperaba. Sin embargo, cuando terminé de escribir algunas de las canciones me di cuenta de inmediato que tenían algo, esa gracia muy difícil de definir que uno detecta enseguida en una canción. El resto fue suerte». Estas palabras pertenecen a Ben Grubin, voz y cerebro de uno de los grupos que más polvareda ha levantado en el desierto del rock: Hockey.
El grupo se formó en Portland, pero su música viaja por todo el mundo, más específicamente por el ciberespacio: su caballito de batalla fue el hit Too Fake, que suena en todas las radios del planeta y lanzó al cuarteto a la fama. El álbum Mind Chaos acaba de ver la luz y promete más éxitos en potencia, todos fieles al pop en sintonía con el p-funk y escritos con el mismo objetivo: hacer bailar, bailar y bailar.
Apuntarlo en las listas con lo mejor del año.