La nueva novela del hijo pródigo de las letras de Brooklyn relata los primeros años de un escritor en ciernes para describir sus padecimientos y alegrías.
A estas alturas, la polémica es ya un clásico que sale a la luz cada vez que Paul Auster presenta un nuevo trabajo. Que sí que no, que no que sí: para la mayoría de la crítica (y de sus lectores) las últimas entregas del neoyorquino no son otra cosa que revisiones noveladas de su propia vida, mientras que el propio autor jura y rejura que no es así en absoluto y que todo lo que allí acontece es pura y exclusivamente ficción.
Con la salida del flamante Invisible la discusión está más caldeada que nunca, sobre todo porque su nuevo libro narra las peripecias de un escritor amateur que está dando sus primeros pasos. Lo curioso es que esta vez el foco parece estar más puesto en la vida sexual que acompaña a esos años de aprendizaje del joven autor que en sus hallazgos literarios.
Entretenido y jugoso como siempre, Auster vuelve a llamar la atención del mundo con un novela que atrapa de principio a fin y que hace olvidar rápidamente las polémicas.