Después de dos EP, varios conciertos, maquetas colgadas en Internet y mucho runrún llega el esperado álbum del cantautor dominicano residente en España.
En la historia reciente del underground madrileño, el nombre de Alex Ferreira no es ningún secreto: este muchacho dominicano está afincado en la capital española desde hace ya unos años y podría decirse que una vez que pisó suelo europeo no hizo otra cosa más que dedicarse a conocer gente y a difundir sus canciones.
Hasta hoy, sin embargo, sus noticias discográficas se reducían a la publicación de dos EP, podía vérsele bastante seguido tocando en directo y todavía hoy puede leérsele en su MySpace, donde postea un poco de todo, presenta canciones nuevas y comenta qué discos está escuchando.
Pero faltaba el disco, claro. Un disco que finalmente sale hoy a la calle y que lo hace para confirmar todo aquello que tanto el talento como la confianza en sí mismo de Ferreira venían sugiriendo. Quizás sea porque sus primeras experiencias se remonten a cuando aún no había dejado su país; quizás sea porque esto de escribir y grabar canciones no es algo nuevo para él; o quizás sea porque Alex está muy bien rodeado y eso siempre suma. Como sea, Un domingo cualquiera no parece en absoluto un álbum debut, sino más bien una ventana abierta al universo musical y personal de un autor que tiene mucho para decir y que sabe cómo hacerlo.
Hay colaboraciones de peso, sí, como la de Iván Ferreiro en Sonrisa valiente y la participación de la mexicana Ximena Sariñana en Gravedad. Pero a juzgar por el resto del repertorio, aquí el verdadero invitado es el oyente y el plan es tentador.
