En su octava entrega, la versión española de la legendaria revista francesa de diseño se anima a filosofar y a combinar pensamiento con imágenes.
Quienes viven por y para el diseño gráfico saben muy bien de qué se trata: la edición española de Étapes, filial de la nave madre francesa y publicada en España por la editorial Gustavo Gili, ya se ha instalado en la agenda de lanzamientos dentro del grupo de las revistas más interesantes del país. Sus números salen cada tres meses, pero su abordaje toma también su tiempo: como a todas las cosas buenas, conviene saborearla poco a poco.
Y algo de eso es lo que se propone desde la editorial de su nueva entrega, la octava para ser más exactos. «Os proponemos un ejercicio dinámico, intermitente y circular. Elegid un artículo o una sección. Leedlo sin prisas (leed el texto pero leed también las imágenes) y sed conscientes de vuestros procesos mentales mientras lo hacéis, de la sucesión de lugares que atraviesa vuestro pensamiento. (…) Quizás se trata de un proyecto que os inspira para encontrar la solución a algún problema de diseño al que veníais dando vueltas desde hace tiempo y la lectura del artículo os remita continuamente a ese problema».
De este modo, entre el ejercicio pseudo-filosófico y la profusión de imágenes que se despliega, entre artículos más que interesantes firmados por colaboradores de distintas partes del mundo y un informe sobre las variables del packaging, una de las biblias del diseño mundial avanza a paso firme en el mercado español.
«Una imagen vale más que mil palabras», reza una máxima del género. En este caso, una cosa no quita la otra.