En estos tiempos de regresos, los discos recopilatorios parecen adquirir una nueva función: poner en cuarentena el pasado y desde allí observarlo, rememorarlo y volver a ubicarlo en escena. En eso anda el grupo de Stephen Malkmus por estos días.
Hay quienes sostienen que un grupo de rock no debe durar más de diez años: sin empalagar, con lo justo y lo necesario, se consigue un lugar de privilegio en el panteón de las bandas de culto. Los nombres que allí se inscriben llevan tinta indeleble y, como los buenos vinos, se degustan mejor cuando se añejan. The Velvet Underground, The Smiths, Pixies… Y Pavement, claro.
Haya o no nuevo material —se rumorea que lo habrá—, este regreso no podía ser más perfecto para Quarantine the Past: The Best of Pavement, el primer compilado del quinteto. Se trata de una selección de veintitrés canciones, todas remasterizadas a partir de las cintas originales. El sello Matador hizo el anuncio con bombo y platillos, pero se reservó el tracklist para el final. Su objetivo consistió en aumentar la apuesta del lanzamiento, y para eso montó un concurso que premiaba al que adivinara más temas de la lista definitiva.
De entrada, llama la atención que se hayan incluido seis canciones que no figuran en sus discos. Aunque tampoco son inéditas: Unseen Power of the Picket Fence salió como single y formó parte de la colección No Alternative, mientras que las otras cinco se editaron entre 1989 y 1992, como parte de su primera tanda de EPs (Slay Tracks 1933-1969, Perfect Sound Forever y Watery, Domestic).
El concepto de un recopilatorio, sobre todo para una banda como Pavement, no deja de ser polémico. Siempre van a quedar buenas canciones afuera (por citar sólo algunas: We Dance, Rattled By the Rush, Major Leagues y You Are a Light). Pero poco importan esos caprichos frente a la magnitud del resultado final, y eso tiene bastante que ver con una carrera consecuente… Lo que no significa tomarse las cosas demasiado en serio.