El debut cinematográfico de Emilio Aragón es una película entretenida y conmovedora que transcurre en la posguerra y que propone al amor como salvoconducto de las crisis.
De poder resumirse, la extraña historia que se desentraña a lo largo de Pájaros de papel es la de un grupo de artistas de vodevil en decadencia, formado por un cómico, un ventrílocuo, un niño de diez años, una cupletista y una joven y bella bailarina. Estamos en los años de la posguerra, una época dura en la que era muy difícil mantenerse de pie, más aún para un conjunto de artistas que no saben bien qué rumbo tomar.
Sin embargo, su cotidianeidad comienza a levantar cabeza cuando el cariño que les brinda día a día el público se transforma en el combustible ideal para seguir adelante.
La película, protagonizada por Imanol Arias, Lluís Homar, Carmen Machi y Roger Príncep también muestra, a su manera, el funcionamiento puertas adentro de una familia para nada convencional, pero familia al fin.
Una buena postal de los años duros, cuyo mensaje bien podría actualizarse en estos tiempos de crisis: nada dura para siempre, siempre y cuando tengamos a quién aferrarnos cuando las cosas se ponen feas.
