Después de publicar un auspiciante EP sobre el término del año pasado, finalmente llega el debut en largo del grupo granadino del que hablará toda la patria rockera española.
Se veía venir: el primer álbum a la vieja usanza de esta revelación surgida de la interminable cantera rockera llamada Granada no dejaría a nadie indiferente. Dicho y hecho, aquí está Napoleón Solo en la Ópera, que tiene denominación de disco en directo pero no lo es en absoluto. Alonso, cantante del grupo, aclara, entre otras cosas, a qué se debe el curioso nombre: «Más que un disco de estudio es un espectáculo, de ahí que se titule así», explica.
¿Y cómo explicaría el mismo líder su propia música? «En el disco hay enérgico pop guitarrero, descargas sesenteras, psicodelia actualizada… Todo ello interpretado a través de la mirada cristalina de un tipo de veintitrés años que de pequeño era fanático de la música clásica y que aún hoy tiene la inocencia y la capacidad de sorpresa para descubrir grupos que hacen música que yo no sabía que pudiera ser posible».
El grupo —se completa con su hermano Miguel (teclados), José (bajo), Jaime (guitarra) y Eric (batería)— ya es una de las sorpresas de la temporada. Y argumentos musicales para consolidarse más allá del impacto inicial no le faltan: sus canciones ostentan melodías elaboradas que sobrevuelan a guitarras rabiosas, ritmos trepidantes y orquestaciones jeroglíficas. Así descrito parece complicado, es cierto, pero lo extraño es que una vez que pones play suena de lo más natural.
Ya sabes de quiénes se estará hablando durante los próximos meses.