La nueva cinta del argentino Marcelo Piñeyro es un thriller moderno basado en un hecho real, con el escenario de los countries (barrios privados) bonaerenses como decorado principal.
Desde hace años, en la Argentina se ha instalado un nuevo modo de vida, únicamente accesible para que aquellos que tienen un alto poder adquisitivo, por supuesto. Se trata de los denominados countries: barrios cerrados con seguridad privada en los que se refugia buena parte de la clase alta bonaerense para contar así con determinadas garantías de seguridad, además del verde de los árboles y del espacio para que jueguen los niños. Sin embargo, allí no todo es lo que parece.
La nueva película de Marcelo Piñeyro mete el dedo en la llaga de un caso policial que en su momento conmovió al país entero: el asesinato (aún sin resolver) de María Marta Belsunce, asesinada dentro de un country unos años atrás. El realizador argentino vuelve a partir de un hecho real para llevarlo al cine, como ya había hecho con la exitosa Plata quemada.
El filme, de más está decirlo, atrapa de principio a fin: Piñeyro es todo un maestro en el relato cinematográfico y esta película, que vuelve a protagonizar su soldado Pablo Echarri –acompañado por Leonardo Sbaraglia, Juan Diego Botto y Ernesto Alterio– no es la excepción.
Crimen, misterio, buenas actuaciones, una historia escalofriante y un buen director detrás de cámara. ¿Puede pedirse algo más?
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