Qué: documental (estreno en España)
Porque en una época pródiga en rockumentales (Sound City, de Dave Grohl, sin ir más lejos) es reconfortante encontrarse con la historia de un músico semidesconocido que, por un tiempo, fue ídolo absoluto en un país muy lejano de su tierra natal. El filme de Bendjalloul (doblemente premiado en Sundance 2012 y candidato a los Oscar: se estrena comercialmente hoy) habla de la historia de Sixto Díaz Rodríguez (conocido como Rodríguez a secas), gringo latino de Detroit, protagonista de una breve carrera musical a principios de los setenta, con dos discos elogiados por la crítica e ignorados por el gran público. Pero Rodríguez se convirtió sin saberlo en una estrella pop ¡en Sudáfrica!, que dejó huella en las generaciones posteriores. Luego no se supo más de él, y los rumores acerca de un hipotético suicidio se dispararon. Ahí nace el leitmotiv de a cinta de Bendjalloul: dos fans deciden seguir el rastro de su admirado Rodríguez en los noventa. Como suele ocurrir con los auténticos aventureros, acaban encontrando mucho más de lo que buscaban en un principio y hasta se organizó una exitosa presentación en escenarios sudafricanos. El propio Sixto, filósofo de carrera y albañil ocasional, ya lo dijo en su día: «Vivo por debajo de mis recursos: es algo positivo, nunca sabes qué va a ocurrir. No soy un asceta: simplemente creo que vivir así es más inteligente».