Atoms For Peace es un supergrupo por definición. AMOK es su primera apuesta prensada. La idea sale de un ente casi bicéfalo, al menos en los últimos tiempos: Thom Yorke. El vocalista y frontman de Radiohead junto a su productor de cabecera. El año pasado ya soltaron un par de muestras de lo que preparaban junto a Flea (el bajista de Red Hot Chilli Peppers pone el groove orgánico que matiza los samplers y rítmos lanzados por Yorke y sus juguetitos), Joel Waronker (batería de R.E.M., Elliot Smith y Beck) y el percusionista brasileño Mauro Refosco. El resultado es intenso, que no explosivo: un álbum que surge de tres dias de jam session y se convierte en una obra con cimientos, paredes y tejado, con canciones que pueden disfrutarse como esas historias de final múltiple: oírlas una vez de tirón, otra atendiendo a las voces corales, otra a los samplers… remontar los afluentes es tan placentero como dejarse llevar por el río. La belleza de las melodías y la finura de la producción hacen el resto. Puntos álgidos: Befote Your Very Eyes y Dropped.