Qué: disco (edita Universal)
El refranero español ampara a Lori Meyers: no hay quinto malo. Los granadinos podrían haberse aferrado a ese axioma si no fuera porque no les hace ninguna falta. Vaya con Impronta. Un señor disco. Produce Ricky Falkner (los medios seguimos alimentando la pugna Messi-Cristiano entre el crack de Egon Soda y el zar de Havalina: qué buenos son los dos) y Sebastián Kryss. La banda luce inspirada desde todos los ángulos: brilla especialmente una virtud, compartida con Tachenko, a la hora de mezclar arreglos alegres y letras tristes. Y las guitarras, siempre imponentes. También hay sitio para el descoloque: Deshielo será coreada por cientos de ojos brillantes en los conciertos. De los nervios mete la sexta velocidad al discurrir de los temas, y Despedirse dibuja una atmósfera que les entronca con referencias ilustres de la canción desgarrada y las líneas vocales dobladas tono-arriba-tono-abajo, como Vainica Doble, los primeros Piratas o, incluso, Cecilia. Un magnífico colofón a un disco emocionante.
