Qué: Libro (edita Mondadori)
Sergio del Molino ha pasado por el trago más horrendo que puede sufrir un padre: perder a su hijo. De esa experiencia nace La hora violeta, una novela que no pretende ser sanadora ni lacrimógena, y lo consigue. Porque retrata el dolor sin recrearse en detalles, o caer en fórmulas trilladas. Es una crónica del alma, pura y dura, situada en un contexto espacio-temporal muy concreto y reconocible. El autor vive junto a Cristina, su pareja y madre del pequeño Pablo, todo un proceso que va de la desesperación a la esperanza, la resignación ante lo inevitable y la respuesta (una respuesta, la que ellos eligen, de las muchas válidas) a la gran pregunta que sigue al desenlace: cómo vamos a seguir adelante ahora. El libro, explica su autor, ayudará a la tarea de dotar a su hijo Pablo de la inmortalidad. Del Molino cuenta con el verbocomo aliado y la referencia de Mortal y rosa, de Francisco Umbral, otro relato fidedigno sobre el dolor extremo. Una obra que va más allá de los lugares comunes, y que (lejos de ese «no tengo palabras» que tanto chirrió al escritor madrileño tras la muerte de Pablo) dota al lector de todo un diccionario de sensaciones.