Qué: Libro (edita Tagus)
David Vicente sorprendió el año pasado con su debut, la novela Un pequeño paso para el hombre. Este segundo esfuerzo es una colección de dieciocho relatos que abundan en temas pantanosos de lo cotidiano: la desesperación, el sinsentido, las emociones que chocan con el muro de la inercia y las leyes del statu quo. Las situaciones saltan de lo grotesco a lo dantesco: alguien que fotografía su pene en el interior de un cuarto de baño para después enviar la foto a su compañera de trabajo, o una mujer que se masturba frente a la pantalla del ordenador, mientras llora y ansía una vida distinta. También aparece un ejecutivo presa de un matrimonio sin hijos, anclado en la rutina, que hará un último esfuerzo por intentar enderezar el rumbo, y una estrella del rock que intenta encontrar el sentido de su vida a través de prácticas sexuales un tanto peculiares. La imagen más potente es quizá la de un hombre que añora a su mujer mientras observa unos horrendos sapos de los que no puede deshacerse. El foco se traslada puntualmente a los objetos inanimados y su capacidad para comportarse como seres vivos: una lavadora que no deja de centrifugar, por ejemplo.
