Qué: Disco (edita Feria Music)
Suele suceder que, ante las críticas positivas y el viento a favor, muchos grupos deciden activar el turbo de una carrera que hasta ese punto ha navegado a velocidad de crucero. En el caso de Dënver, que aborda su tercer disco con la seriedad que requiere el éxito obtenido por el celebradísimo Música gramática gimnasia, la regla se cumple en grandes dosis: pone toda la carne al asador, con la intención de hacernos mover los pies y agitar los sentidos al mismo tiempo con su talento natural para los sabores agridulces. En primer lugar, el dúo chileno ha decidido volcar su sensibilidad musical a los arreglos de cuerdas, un rasgo que aparecía de manera más moderada (aunque con mucho criterio) en su predecesor, producido por Cristian Heyne. Esta vez, la producción es propia, es decir que estuvo en manos de los propios Milton y Mariana. Y, como siempre sucede cuando un artista resuelve avanzar por su propio camino sin más guía que su propio instinto, esto establece diferencias con su pasado y saca a relucir, sin filtro, sus influencias más carnales: el pop español y la música disco, con Abba como faro luminoso. Lo bueno es que las letras corrosivas y francas que caracterizan a Dënver siguen ahí, también lo están sus melodías, sepultadas quizás por los arreglos de cuerda y una devoción reconocible por hacer bailable todo aquello que pasa por sus manos.
