Qué: Disco (independiente)
Como todo gran artista de culto, Palo Pandolfo tiene una larga trayectoria en las sombras. Comenzó su mítica carrera dinamitando explosiones al frente de Don Cornelio y la Zona, el grupo que hizo del dark una bandera y ofreció un baño de realidad al rock argentino tras la euforia post-Malvinas. Luego vino el turno de Los Visitantes, una banda menos intensa, más luminosa, pero igualmente inspirada. Tras dos apariciones esporádicas como solista en clave acústica, casi folclórica, Palo se autoreclutó en un retiro voluntario, viviendo en el campo y escribiendo canciones que mostraba cada vez menos. Hoy, su regreso al rock místico al frente de La Hermandad es contundente: Esto es un abrazo pisa fuerte, hace ruido y, como ya es costumbre en Pandolfo, conmueve hasta al más duro. Porque sus canciones siguen siendo tan genuinas y puras como solían serlo. Palo deja todo y se nota: grandes letras, melodías épicas, mucho ruido y varias joyas imperecederas (La rebelde, Ya se libera) que hacen pensar en una mezcla del Neil Young que pisa el pedal de distorsión y en el Luis Alberto Spinetta más poético y visceral en dosis similares.