Qué: Película (estreno en Brasil)
La propuesta suena en sí misma angustiante, familiarmente angustiante para cualquiera que viva en Latinoamérica o lea los periódicos regularmente. Un buen día, una llamada telefónica cambia tu vida, que puede transcurrir tranquilamente. Eso le sucede a la protagonista del filme: vivía su rutina sin contratiempos hasta que del otro lado de la línea le dicen que han secuestrado a su hija. Así de fuerte juega la directora Anna Muylaert en su tercer largometraje, luego de dos películas anteriores que no dejaron indiferente a nadie, como lo fueron Durval Discos y É proibido fumar. Chamada a cobrar acaba de estrenarse en Brasil –ya había circulado por algunos festivales– y es una contundente adaptación al cine de un telefilme realizado para TV Cultura. Una vez que recibe las instrucciones para resolver el secuestro y con la desesperación en los actos que esto implica (un viaje desquiciado de Río de Janeiro a São Paulo, la carretera, los bancos, las comunicaciones telefónicas y las amenazas), las sorpresas comienzan a sucederse para revelar que, en realidad, nada es lo que parece.