Qué: Disco (edita Laptra)
La Ciudad de La Plata, capital de Buenos Aires, es una de las canteras oficiales del indie argentino. En los años 80, dos grupos con una larga sombra en cuanto a influencias nacionales surgieron de la «ciudad de las diagonales» –así conocida por su famosa estructura vial: Virus, icono del pop inteligente y sensible, y Patrico Rey y sus Redonditos de Ricota, el grupo más convocante y venerado de la historia del rock argentino. Como toda ciudad universitaria, La Plata vive al ritmo de su población más joven, y donde hay jóvenes hay rock. Esta vez, la gran aparición se llama Bestia Bebé, una banda llamada a ser la sucesora de otro fenómeno actual, que ya cruzó el charco, llamada El Mató a Un Policía Motorizado. Además de compartir metrópoli, Bestia Bebé comparte con El Mató… su amor incondicional por el indie sucio y emocional: sus himnos, pegadizos y genuinos, están dedicados a verdaderos perdedores urbanos, esos personajes que, como los integrantes del grupo, parecen vivir en el lado sentimental de la vida, con sus propios valores y frecuencias vitales. Un debut encantador, con melodías tan adherentes como contagiosas.