Lo nuevo del realizador chileno es el último y desolador viaje íntimo de una pareja afectada por una enfermedad terminal.
Qué: Película (estreno en Chile)
Posiblemente sea reduccionista, o al menos así suene, definir a Sentados frente al fuego como una película de amor. Pero lo cierto es que lo es, teniendo en cuenta que no todas las películas de amor son esas con las que Hollywood suele ametrallarnos semana a semana. En el caso del nuevo filme de Alejandro Fernández Almendras, considerado por muchos como la gran aparición del cine chileno de autor tras el éxito de 2009 de Huacho –además de dirigir es el guionista de sus películas y ya está terminando La indómita luz, inspirada en la trágica historia del músico argentino Gustavo Cerati–, el amor está encarado desde la pérdida: relata el viaje íntimo por los impresionantes caminos del sur chileno de una pareja que debe transitar, a conciencia, sus últimos instantes de vida. Y lo hace literalmente: ella (Alejandra Yánez) tiene una enfermedad terminal y él (Daniel Muñoz), su pareja, decide acompañar su largo proceso hasta la muerte, con la desoladora Región del Biobío como testigo del amor en plena evaporación física.
