La primera novela de la autora andaluza se sirve del esquema «urbanita prueba la ruralidad» para contar una historia de amor en 360 grados, dibujada a dos aguas: sepia y color.
Qué: Libro (edita Lumen)
Lara Moreno es una de las últimas escritoras que ha añadido la escarapela de «talento FNAC» a su currículum profesional. Esta editora, correctora y bloguera, que había chalaneado ya con la poesía y el relato, ve publicada ahora su primera novela, centrada en la colisión emocional que sufre una pareja de treintañeros (Martín y Nadia) al abandonar su entorno citadino por un pueblo minúsculo, habitado únicamente por tres personas. El choque es también temporal, como si hubiesen retrocedido un siglo: hay luz eléctrica y agua corriente, pero no mucho más. La llegada de los nuevos habitantes traerá luces y sombras a la comunidad: ahí sale a la superficie lo mejor y lo peor del ser humano, los clichés del enclave rural junto a reacciones sorprendentes derivadas del desconocimiento que unos tienen de otros. La acción transcurre con fluidez, sorteando zanjas o pasándolas por encima, hasta llegar a un sorprendente final. Los amantes del estilo y pulso narrativo de Juan Rulfo encontrarán en Lara Moreno una dignísima continuadora.