El debut del ascendente grupo chileno combina su amor por el folk libre con su respeto a la naturaleza: energía tribal y grandes melodías por el mismo precio.
Qué: Disco (edita Beast)
Imaginemos que un grupo de veinteañeros chilenos se instala en un paraíso natural, de esos que abundan por sus hermosas tierras, para rendirle tributo al ecosistema escribiéndole canciones y disfrazándose de pájaros humanos, con los manuales del free-folk en una mano y una buena serie de ritmos autóctonos en la otra. El retrato es imaginario, pero puede ilustrar las formas de Niño Cohete, quinteto penquista que con Aves de Chile, su inspirado y atrevido debut, llama la atención desde su mismísimo adelanto: el videoclip de la canción La muerte, que parece un ritual bucólico con voces claras y enérgicas y ritmos mitad pop mitad folclore tribal, resume a la perfección la incipiente obra del grupo. La producción del disco estuvo a cargo de Fernando Milagros, cantautor chileno de consideración, y uno de los que más proyección tiene por delante (es compinche de Gepe, otro aspirante a encabezar una nueva generación dorada de la canción nacional). Aves de Chile fue grabado íntegramente a orillas del lago Lanalhue, en Arauco, y su edición va más allá del formato tradicional en CD: pertenece a Contienda Nacional, el emprendimiento de crowfunding de La Tienda Nacional. Una razón más para no dejarlo pasar.