El mayor prócer del rock argentino regresa con un libro de dibujos tan conceptual como sus exitosos conciertos en el Teatro Colón de Buenos Aires.
Qué: Libro (edita Planeta)
Después de reinar en el rock argentino durante décadas, en los años 90 Charly García –héroe de generaciones enteras de fans y un talento único para escribir canciones que interpretan a la perfección el gen argentino y sus numerosos vaivenes– pareció aburrirse de su estatus de faro nacional. Por entonces, comenzó a anunciar públicamente distintos conceptos que regirían el resto de su obra. Fue el principio de un devenir en el que lo vimos caer para luego resurgir: unos años atrás decidió abandonar su agitada rutina de excesos para convertirse casi en otra persona, incluso desde su aspecto físico. Esta nueva vida atenuó su perfil de estrella de rock al borde del abismo y también su ritmo creativo –no hay canciones nuevas desde entonces– pero lo salvó de la tragedia mortal a la que parecía destinado. Aunque lo que sigue quitándole el sueño es la obsesión por el concepto, un espacio muy personal que utiliza para enmarcar sus nuevas acciones artísticas. Líneas paralelas (artificio imposible) es un libro de preciosos dibujos, hojas de ruta y mapas mentales que funciona, al menos según Charly, como orientación para los conciertos en el Teatro Colón de los últimos días –la última función en el escenario más prestigioso de la Argentina es el lunes 30–, en los que se presenta con una orquesta sinfónica para repasar su repertorio de siempre, aunque con arreglos nuevos y una interpretación única y, cómo no, conceptual: en el concierto, que se llama también «Líneas paralelas», el genio más grande de la canción argentina vuelve sobre su pasado para reinterpretarlo de un modo novedoso, sin acordes mayores ni menores, con el mismo efecto hipnótico y misterioso que produce verlo en acción tras su escandalosa desintoxicación.