Después de un debut ambicioso y muy celebrado, el cantautor pop chileno regresa con un álbum de canciones tan particulares como inspiradas.
Qué: Disco (edita Quemasucabeza)
Pedro Subercaseaux viene siendo un nombre recurrente en la escena chilena. Un poco por su propia carrera como solista, pero también por su función como músico de distintos solistas de consideración como Jorge González –es su guitarrista actualmente–, o Gepe –con quién giró en más de una ocasión como parte de su banda. Bajo el alias Pedropiedra, el primer impacto sucedió con Cripta y vida, su debut de 2011, que sorprendió a más de uno y lo estableció como una figura destacada de la escena trasandina. Todo parece indicar que la historia volverá a repetirse con Emanuel, segundo disco de su cosecha solista. Producido por Álvaro Díaz, el álbum desempolva sus manuales pop para ofrecer canciones de cosecha personal, cada una desde un óptica sonora única y particular: hay desde intrusiones digitales a guitarras españolas, todo unido por una voz particular y casi siempre conmovedora. Eclipse total, Pasajero y Granos de arena son buenas muestras de su talento para sonar universal y personal al mismo tiempo.
