La comedia de Santi Amodeo tiene todos los ingredientes para poner sabor al guiso: un reparto perfecto, una historia enloquecida y un ritmo de vuelta ciclista. Ah, y un mago del fútbol en un secundario… don Andrés Iniesta.
Qué: Película (estreno en España)
Amodeo es un tipo con pulso de escalador, que ya ha exhibido anteriormente sus recursos para otros géneros. Ahora se mete en la comedia enloquecida… y sale airoso. Una de las mayores virtudes de una cinta es saber vender lo que otros van a comprar, y esta película no llamará a engaño a nadie. A partir de ahí, la bizarrería ayuda (y de qué manera) a que el planteamiento inicial se desarrolle con garbo, al trote, con momentos puntuales de galope desbocado. Gutiérrez, el actor fetiche de Sánchez Arévalo, sigue sacando mucho partido a ese intérprete que borda el personaje endeble/firme de arrojo/miedos y crisis existencial continua; Clara Lago vuelve a dar atisbos de la gran intérprete que es y la figura que será, mientras que Villagrán (uno de los grandes descubrimientos del último lustro: lo mejor de Extraterrestre, por ejemplo) y Ernesto Alterio (ese sí que no falla un tiro) dan peso y poso al reparto. La cinta cuenta las tribulaciones de dos amigos que tienen que encontrar la manera de que el Presidente de la compañía en la que trabajan, y suegro de uno de ellos, regrese sano y salvo a su casa; por extrañas circunstancias, se encuentra encerrado semidesnudo en el maletero de su coche. Paralelamente, un empresario acuciado por las deudas y su socio intentan un secuestro exprés…