El debut del grupo chileno es una obra de género: un recorrido por las posibilidades de la psicodelia tradicional.
Qué: Disco (edita BYM Records)
Desde hace unos años, la música joven chilena despunta como una de las escenas más creativas, modernas e interesantes de Latinoamérica. Posiblemente se trata de la que más y mejor ha crecido, sumando grandes cantautores, artistas electrónicos y líderes generacionales. Y si bien el cimbronazo llegó a través del pop, hay otra escena chilena que, de un tiempo a esta parte, parece pedir la palabra con argumentos suficientes: la retro. Nueva Costa, como sucede con tantos grupos que reviven un pasado del que no formaron parte, revisa el sonido de los últimos años sesenta y los primeros setenta, en un acto de restauración que alterna frescura con determinada obsesión por aquellos años oscuros e introspectivos. Así, su música no es de hoy ni de ayer, menos todavía del futuro: oscila, como toda la psicodelia tradicional, en un limbo cósmico en el cual las únicas referencias son las instrumentaciones y los ritmos. Un rasgo de autenticidad lo distingue de otros: cantan en español, un dato para nada menor que posiciona al grupo hacia un futuro interesante.