Manuel Onís, uno de los cantautores argentinos más sólidos e inclasificables regresa con Tobogán al anonimato, un segundo disco que mira al pop y a la milonga para dinamitarlos.
Qué: Disco (independiente)
El simple hecho de versionar a artistas de culto como Miguel Abuelo y el mítico cantautor uruguayo El Príncipe es una manera de marcar el terreno: la música de Manuel Onis, ex líder del grupo El Horreo, elige medirse con desclasados históricos, compositores excéntricos e intérpretes fuera de lo común.
En su nuevo trabajo como solista, Manuel Onís se acerca a ellos para mezclar sus propias canciones con parte del cancionero oculto más rico del Río de la Plata. Lo cierto es que está a la altura: con un énfasis obsesivo en el cuidado de la palabra y encerrado en una producción filosa y ajustada –en manos del productor Ezequiel Kronenberg–, la participación como invitado del también uruguayo Martín Buscaglia termina de clasificar a este disco como inclasificable.
¿Pop milonguero? Algo de eso hay, sobre todo en el tratamiento sonoro, que busca en el pop la efectividad y en el tango la sustancia, sin renunciar a ninguno ni declararse abiertamente a favor del otro. En el medio, grandes melodías que se adhieren al cerebro mientras el cuerpo intenta balancearse en un placentero viaje hacia ninguna parte.