Cadencias latinas, letras asesinas, ritmos digitales: el último disco de la chica argentina que no se calla hace bailar y pensar al mismo tiempo.
Qué: Disco (independiente)
Antes que nada, la aclaración: hay dos Miss Bolivia. Por un lado está la Paz Ferreyra, productora, cantante, rapera y autora de himnos bailables que no por eso resignan sentido ni compromiso literario. Por otro, está la perfomer, la Paz Ferreyra que en los últimos dos años se dedicó a recorrer el continente para escupir su mensaje desde cientos de escenarios, armada de un soundsystem incendiario. El lanzamiento de Miau obliga a hablar de Miss Bolivia como artista de discos, y hay que decir que el impacto es igualmente intenso: redoblando la apuesta, el nuevo álbum de Paz suma canciones como manifiestos que cumplen a rajatabla la premisa que une a las dos versiones del proyecto que lidera: hacer bailar y pensar al mismo tiempo. Con el rap como expresión principal y los ritmos digitales y calientes de Latinoamérica como apoyo, Miau despide cumbia, hip-hop y dancehall en dosis parejas, todo encapsulado en un lenguaje de barrio, tan genuino como contundente y real.
