Después de buenas insinuaciones, el grupo mineiro llega a su tercer álbum con el grado de madurez justo y necesario: grandes canciones, mejores interpretaciones, versiones inesperadas y mucha inspiración.
Qué: Disco (independiente)
Porcas Borboletas es una máquina de vampirización rockera. Después de dos discos que coqueteaban con el punk sin demasiadas aspiraciones, hoy no importa de dónde venga la inspiración o el deseo de reinterpretar textos y músicas afines: en esta tercera entrega, lo que interesa es pasarlo todo por su idea del rock, con un sonido crudo, sexy y definitivamente personal. Su nuevo álbum es un buen ejemplo del funcionamiento de la banda: aporta una gran versión musical del poema Only Life, de Paulo Leminsky, para hacer canción aquello que, hasta este disco, eran sólo palabras. Algo de esto también sucede con Wellington, su propia relectura en clave punk de la canción de sus coterráneos Dead Smurfs. Pero no todo son versiones ni adaptaciones. En Porcas Borboletas aparecen joyitas como Todo mundo tá pensando em sexo –una especie de tributo a Titãs, faro ineludible del grupo mineiro–, la enorme Aninha y Go To Cuyaba, dos canciones capaces de transportar al oyente a una dimensión desconocida.