El autor chileno reafirma su puesto en la elite de la penúltima generación de creadores con esta colección de relatos en los que cuestiona sutilmente (o a la franca, según convenga) todo tipo de cuestiones socioculturales y sentimientos humanos.
Qué: Libro (edita Anagrama)
Alejandro Zambra, profesor de universidad y acaparador de premios en la última década, comenzó a amenazar la estabilidad de las quijadas de sus lectores hace ocho años con Bonsái. Desde entonces no ha dejado de crecer como narrador: ahora se sirve del esquema informático para abrir su carpeta Mis documentos y revelar su contenido, once relatos que pueden leerse de manera independiente o como una novela. A veces, el narrador parece un álter ego del autor, que camina por sus años como estudiante y la experiencia docente posterior, trufando el conjunto de obsesiones personales. La ironía (llega incluso a parodiar a Bolaño) es la base estilística que impregna todos los relatos, lo que no supone un punto de rabia a la hora de enfocar diversos temas: el choque generacional, los sentimientos que se esfuman, el desencanto juvenil hacia los ideales que parecían imbatibles, la falsedad y el dolor, la culpa en todas sus manifestaciones conocidas. Sobre todos estos referentes, la idea de la masculinidad y sus cimientos también es objeto de análisis, así como la sempiterna reflexión de la literatura iberoamericana: el papel y la relevancia de la clase media.