Sin desdeñar las maravillas que cuelgan de las paredes y no pueden ser fotografiadas por miedo al daño producido, una exposición que se toca y se huele sin perder un ápice de magnificencia es una cura para los sentidos.
Qué: Exposición
Cuándo: Hasta el 18 de mayo
Dónde: Bilbao (Guggenheim)
Ernesto Neto mola. Es una persona que crea, comparte y fomenta la interacción de un modo real, directo, sin metáforas. El escultor, uno de los artistas más populares de Brasil, ha sentado sus reales en el Guggenheim de Bilbao durante tres meses con una maravillosa exposición que comienza en el Atrio del museo y continúa en ocho salas de la segunda planta. La idea de Neto es que sus obras puedan ser tocadas, atravesadas, habitadas, olidas: al mismo tiempo, genera sentimientos únicos en cada visitante, haciendo que cada individuo se sienta impelido a compartir esas sensaciones con los demás visitantes. El sueño de unos padres con ínfulas de cultura, en definitiva: una muestra a la que los niños, las parejas futboleras, las compradoras compulsivas de rebajas y los enemigos de las sinfónicas querrán volver. El artista brasileño apela al no pensamiento en el contacto con el arte: sentir, explorar, dejarse impregnar. Además de las piezas expuestas, el Museo y Neto plantean actividades paralelas, desde cursos de ganchillo a talleres de aromas. Una experiencia única.