A sus ochenta años, la artista japonesa da un repaso a su vida artística en una muestra que se quedará en Bilbao todo el verano, y que incluye múltiples manifestaciones de su amplia (y controvertida) inspiración.
Qué: Exposición
Cuándo: Hasta el 1 de septiembre
Dónde: Bilbao (Guggenheim)
Ha hecho un poco de todo. A Bilbao trae una buena muestra de su producción: casi doscientas piezas –instalaciones, objetos, películas, dibujos, fotografías, obras de texto y de audio, así como documentación de sus performances– en una exposición que abunda en sus trabajos de arte conceptual. Además de compartir los últimos quince años de la vida de John Lennon, Yoko Ono mantuvo siempre una inquietud creativa que no se frenó con la ida a destiempo del zar beatle. El campo de Ono es la idea, más allá de la plasmación material (que también) y en diálogo directo con el espectador, a través de un verdadero rosario de instrucciones para el disfrute de la obra: se mueve sobre todo en un cruce de caminos entre la poesía, la utopía y lo ilógico, sin que ello quite espacio a las manifestaciones palpables. El repaso comienza en los sesenta y se extiende hasta sus instalaciones más recientes, que incluyen piezas ideadas específicamente para esta retrospectiva. Madame Ono siempre anda un paso adelante.
