El sueño de todo padre adicto a los cómics y las series televisivas de los 60 es que su hijo trate de ahogarle a distancia curvando sus dedos en el Force Choke como Darth Vader. Vesterra enseña cómo conseguirlo de manera «natural».
Qué: Libro (edita Timunmas)
Lo primero que debe saberse de Jorge Vesterra es que se autoproclama friki. Ante esa postura, la respuesta inmediata es de naturaleza escéptica. ¿Será uno de esos veteranos de mente que pretende conectar con las generaciones posteriores utilizando vocablos trasnochados? La lectura de los primeros párrafos de ¡Yo soy tu padre! demuestra lo infundado de esos temores. El planteamiento de base ya es sugerente: un marciano que se ha reproducido debe aprender a comunicarse con sus potencialmente inadaptados vástagos y, sobre todo, crear una zona de fricción que permita al progenitor mantener sus costumbres frikis, en vez de convertirse en un padre adocenado de una Suburbia tecnicolor. Lo que propone este bendito criminal es un ejercicio de alienación de los pequeños, que les introduzca directamente en los parámetros vitales de su viejo. He aquí una suerte de herramientas y técnicas, desde las más sencillas a las más rastreras, que permitirán un doble goce: comprobar como tus niños no se idiotizan al compás general y, aún más importante, reírte de tus colegas lobotomizados por los programas infantiles de dinosaurios morados y las canciones estúpidas que hablan a los niños con onomatopeyas oligofrénicas. Tus hijos serán Luke, Leia, Spock, Poison Ivy e incluso Vader u Octopus… y tú serás insoportablemente feliz.
