En ocasiones históricas, el tango y la política fueron aliados inconfesables, sobre todo en períodos de facto. El nuevo ensayo del historiador y crítico italiano especializado en música ciudadana descubre la historia oculta de una relación polémica.
Qué: Libro (edita Ut Orpheus)
Lo afirma el legendario Rodolfo Mederos, bandoneonista histórico argentino, músico de múltiples batallas y una voz autorizada: «el tango es como el latín, una lengua muerta. Simplemente no existe. Existe en el espectáculo y para el turista… como moda». La declaración aparece, como acto de bienvenida, como apertura de La muerte del tango. Breve historia política del tango en Argentina, el libro en el que Dimitri Papanikas incursiona en la historia oculta detrás de la música ciudadana argentina. Y lo hace sin medir las consecuencias ni dudar a la hora de señalar las intenciones políticas, generalmente non sanctas, de muchos de sus héroes musicales. Precisamente en estos días, justo cuando se conmemoran casi cuarenta años de la peor dictadura militar que dejó miles de muertos y desaparecidos el el país del Sur, Papanikas retoma un debate silenciado, pero definitivamente necesario: ¿cómo es posible que músicos, intérpretes y autores revolucionarios –como por ejemplo Astor Piazzolla– hayan apoyado públicamente a los dictadores, para luego no reconocerlo? ¿Qué pasa con Carlos Gardel y su ¡Viva la Patria! en «honor» al General Uriburu, primer golpista oficial de la historia criolla? Estos casos y muchos más, presentados con documentación y las pruebas suficientes, son los que alimentan un ensayo polémico y necesario.