Elvira Lindo pone el guión, Nueva York es el marco y la eterna diatriba entre las estrellas y los estrellados salpimenta una historia tragicómica sobre el triunfo, el fracaso y la gama de grises que separan ambos conceptos.
Qué: Película (estreno en España)
Cámara está en su año Goya, pero estos últimos meses ha demostrado algo más importante: es capaz de sacar adelante cualquier papeleta. Exceptuando el asunto del Goya, se puede decir exactamente lo mismo de Raúl Arévalo: están por encima del bien y del mal, en un día flojo meten dos goles y provocan un penalti, a lo Messi. El pulso atinado de Jorge Torregrossa y la atractiva historia pergeñada por una neoyorquina de pro como Elvira Lindo (qué asimilación de conceptos tan profunda la de esta mujer con su entorno) facilita un poco las cosas a esta excelente pareja de actores que cuenta además con el contrapunto de una de las secundarias más infravaloradas del cine español, la siempre resolutiva Carmen Ruiz. ¿El argumento? Las desventuras de Juanito (Javier Cámara), un actor que llegó a Nueva York persiguiendo un sueño y ahora persigue un pedazo de pan al final de varios empleos basura. La visita de su primo triunfador, el que tiene todo, le revuelve un poco las entrañas… y la Gran Manzana se encarga del resto, gusanos incluidos. Una historia para interiorizar, de ritmo «sinprisanipáusico», que se paladea con deleite.
