Diez nuevas canciones de Max Capote. Diez rolas para disfrutar en compañía, ideales para una fiesta que inspire a mover la pelvis y sacudir el corazón con boleros rotos y alguna bossa nova adulterada.
Qué: Disco (edita Contrapedal)
Fabián Acosta, el cerebro de Max Capote, se hizo esperar. Después de Chicle, disco que lo llevó a la alfombra roja de los Grammy Latino en Las Vegas, al Grand Rex de París, al festival Vive Latino y a varias presentaciones por España, estuvo varios años dándole forma a diez nuevas canciones. Lleva ahora la voz más recia, curtida por tantos viajes, amores, desamores y una sensible distancia de sus éxitos juveniles, los del debut Grandes éxitos, allá por el 2004. Los diez temas que agrega a su repertorio definen –con elegancia y una rítmica avasallante– el concepto sónico Max Capote: una suerte de bolero roto cruzado con rock vintage, todo aderezado por un perfeccionista de las grabaciones. La primera frase, lo primero que se escucha del disco, muestra todas las cartas de un romántico por excelencia: «Y es verdad/ que tus piernas se abrieron para mí», canta Acosta. La canción pega de inmediato. Una tras otra, todas se vuelven adictivas, ideales para una fiesta, por momentos desenfrenada y también para esos instantes que hay que llevar a pasear el vaso de whisky a la luz de la luna. Es difícil destacar una sobre otra, pero apostamos una parte de la bolsa a que Voy a pescar podría haber sido elegida por Paolo Sorrentino para abrir la genial La grande belleza. Lo cierto es que, por sus nuevas composiciones, la revista estadounidense Billboard recomendó a Max Capote entre los «artistas latinos a seguir en 2014». En ZdeO pensamos lo mismo.