Mediante los diálogos de dos amigos en la montaña, la opera prima del realizador rosarino –aunque nacido en Italia– funciona como una metáfora impactante sobre la identidad perdida de Argentina en las últimas décadas.
Qué: Película (estreno en Argentina)
Más allá de la fotografía impactante, de un escenario natural impresionante y de una trama en apariencia inmutable, es evidente que detrás de la historia de Buscando al huemul se esconde una metáfora fuerte. La narración podría resumirse de una manera sencilla: Ladislao Orosco y su amigo Nazareno Rodríguez suben y bajan montañas del Sur de Argentina buscando el huemul, un animal autóctono –un ciervo– en peligro de extinción. Lo confirma el propio director del filme, el debutante Juan Diego Kantor: «la película es un documental cómico absurdo que habla acerca del éxodo argentino que se produjo en 2001, pero que también visita la historia argentina de los 70 para acá». Así, sin dar demasiadas pistas –aunque siendo muy contundente en aquello “no dicho”–, es en esa búsqueda responsable de activos perdidos por alambrados con carteles de “propiedad privada” donde el filme planta bandera para preguntarse cómo es posible que el Sur argentino, ese paraíso que conforma la Patagonia, haya quedado en gran parte en manos privadas en unos pocos años.