La chica de la guitarra clásica y el pelo rosa: así se conoció a la cantautora argentina durante un tiempo, cuando las únicas referencias a su música eran los vídeos que ella misma subía a Youtube. Ahora llega el momento de su debut con un disco de pop casero.
Qué: Disco (independiente)
Quizás lo único constante en la vida de Sol Marianela haya sido su devoción total hacia la canción. Y no hacia una clase de canción cualquiera, sino de esas que, envueltas en melodías pop y sonido aparentemente suave, pueden decir las cosas más terribles. Porque el resto, lo que podría llamarse su biografía personal, es tan aventurera como una novela de Roberto Bolaño. Sol creció principalmente en Villa Gesell, una localidad balnearia de la Costa Atlántica de la Provincia de Buenos Aires. Su padre perteneció a la grey rockera de principios de los años 80, su madre acompañó y hacía las maletas: los Marianela vivieron en varias ciudades y países –pasaron un par de temporadas en Granada, España–, aunque desde hace un tiempo Sol se instaló en Buenos Aires, donde comenzó una carrera ascendente como cantautora, que hoy se cristaliza en Hasta nunca. Canciones políticamente incorrectas como Porno para chicas podrían incomodar a más de uno, una sensación que contrasta con otros momentos del disco, en los que la ternura de la voz se choca de bruces con ciertas palabras encuadradas en un anti-machismo que le hace muy bien al rock local, y que merece que se le preste la atención correspondiente.