El tándem Boix/Aregall encuentra en este segundo esfuerzo de su carrera creativa una voz propia, arriesgada y feroz, que retrata con crudeza el drama cotidiano de los veinteañeros sin rumbo.
Qué: Película (estreno en España)
Yonay Boix y Pol Aregall salieron de las aulas hace nueve años y debutaron en el largo hace tres con la muy experimental Amanecidos, que les situó en el mapa del nuevo cine español… y en el programa de festivales de prestigio, como Toulouse o Sitges. En esta segunda película del tándem (Boix dirige y Aregall se encarga de la fotografía, con guión a dúo) sitúan la acción en la noche madrileña. El discurso se centra nuevamente en el desarraigo veinteañero, pero esta vez hay «prota» clara y rotunda: Lily, cerquita de los treinta ya, sin trabajo, sin freno con las copas, sin contribuyente entusiasta y válido para su ansia de ser mamá y sin cuerpo ajeno al que acurrucarse en la cama. Una tía con bemoles y magnetismo que, por otra parte, ladra más de la cuenta para que nadie se asome demasiado a sus miedos: está enfadada con el mundo y no tiene ningún problema en dejarlo claro. Una noche muy acelerada le abrirá nuevas ventanas y dinamitará ciertas ataduras. La cámara le sigue en esas horas demenciales, compartiendo con ella claroscuros, contrapicados, desenfoques y fogonazos, todo en panorámico, todo angst e hiperbole. La cinta se estrenó el pasado mes de noviembre en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, con excelente acogida.