Dos gallegos, un pucelano y un madrileño graban en Brooklyn para desestabilizar audiencias en toda la Península. No es un chiste, ni mucho menos, sino una nueva forma de masoquismo musical: el gozo de notar cómo se hiela la propia sangre.
Qué: Disco (edita Marxophone)
Al abordar el sonido de Trajano! se agolpan las referencias y los guiños. Golpes Bajos: obvio. Ian Curtis: desde luego. El timbre vocal de Lois Brea, la oscuridad que todo lo tiñe, el sonido inquietante que viste letras entre lo enigmático y lo apocalíptico… luego vienen las etiquetas no necesariamente atinadas (¿qué diablos quieren decir con post punk cuando hablan de post punk?) y, por último, una reconfortante sensación de angustia. Aquí hay chicha, aunque aparezca recubierta de escarcha. Todo lo que apuntaba Terror en el planetario en cinco temas explota aquí en ocho: no necesitan de mucho material (escasito en minutaje, además) para dejar una huella profunda en el escuchante. La victoria en el Converse Make Noise del año pasado les dio la oportunidad de grabar en la mordidísima Gran Manzana, dato que –por fortuna– no les obnubiló las meninges: en los estudios de grabación no suele haber muchas ventanas al exterior, ni falta que hace. Aprovecharon el tiempo y la tesitura para regresar con un material de primera que, además, ha demostrado ya su excelente traslación a los directos. Temas como El último hombre del mundo, Sánscrito, Jaguar o la fantástica 155 amenazan desde ya los listados de lo mejor del año.
