La muestra albergada por Conde Duque, que permanecerá abierta todo el verano, analiza el impacto sostenido y multifuncional de una publicación diferente que marcó una época.
Qué: Exposición
Cuándo: Del 28 de mayo al 21 de septiembre
Dónde: Madrid (Conde Duque)
Leer Ajoblanco siempre fue garantía de satisfacción para el espíritu gourmet. También confería automáticamente a sus fieles el estatus de personas interesantes, incluyendo a los (pocos) que lo hacían por puro y vano afán pantallero, y llevaban la revista en el extremo exterior de su pila de libros y publicaciones bajo el brazo, para que se viera. La muestra que albergará Conde Duque durante todo el verano arranca ahora con mojo desde el mismísimo encabezado: tres conceptos (ruptura, contestación y vitalismo) que resumen a la perfección el papel jugado por la voluminosa y sustanciosa publicación en el proceso español de la transición a la democracia, así como el reflejo de los posteriores logros socioculturales acaecidos con la normalización política. El trabajo comisarial de Valentín Roma no deja ningún rincón inexplorado: todos los números, materiales de difícil acceso en la red de redes, testimonios externos e internos… la división por épocas, marcada por el propio devenir de la revista, se complementa con charlas y debates gratuitos. Por debajo de todo (y por encima, y por los lados) queda esa inquietud disidente, lúdica y libertaria de vivir la cultura, las ideas y los cambios colectivos y personales de manera apasionada, así como la denuncia ante la vulgaridad, la corrupción y el progresivo desprecio por el impacto e importancia de la cultura en el crecimiento de una sociedad neodemocrática. La muestra se complementa desde hoy (entrevista de Javier Esteban, director de Generación XXI, a Pepe Ribas, fundador de Ajoblanco) y hasta el 19 de junio con una serie de actividades aledañas bajo el nombre de «Jornadas Ajoblanquistas para el debate».
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