La chilena Ana Tijoux publicó su cuarto y más ambicioso trabajo, Vengo, un disco cargado de influencias de la música latinoamericana popular y letras con compromiso social y festivo.
Qué: Disco (edita Nacional Records)
Pocas voces son tan reconocibles como la de Ana Tijoux. Sus fraseos nunca han permanecido ajenos a los problemas de Latinoamérica y de eso, de crítica, de reivindicación, de denuncia, hablan también las letras de los diecisiete cortes que dan forma a Vengo, su cuarto y más rico álbum hasta la fecha. Ya sea para denunciar el papel secundario de la mujer en Antipatriarca o el orgullo latino del tema que da título al disco o para romper lanzas en contra de discriminaciones y barreras, las letras de Tijoux –considerada la mejor rapera en español por diversos medios norteamericanos como Rolling Stone o The New York Times–, no dejan indiferente a nadie. Musicalmente, Vengo no es rico, es riquísimo: va de los ritmos frescos y bailables de Los peces gordos no pueden volar, a los toques más vanguardistas del r&b en Somos sur pasando por los sonidos andinos de Creo en ti o Río abajo. La chilena nacida en Francia ha sabido rodearse de un nutrido plantel de colaboradores como la inglesa de origen palestino Shadia Mansour o su compatriota el cantante Juanito Ayala, así como el productor Andrés Celis. Un trabajo brillante y ambicioso llamado a situarse entre lo mejor de 2014.