El multipremiado productor y compositor argentino radicado en Los Ángeles retoma su discografía solista con un álbum instrumental a la altura de sus últimos desafíos: regional y exquisito, es la banda sonora de una película imaginaria con la que sueña cualquier director de elite.
Qué: Disco (edita Sony Music Masterworks)
La última página solista de Gustavo Santaolalla, líder de Bajofondo, productor estrella (nada menos que dos premios Oscar y unos cuantos Grammy avalan su celebridad) y compositor de amplia trayectoria, tenía un protagonista principal: el ronroco, ese instrumento andino de diez cuerdas, tan parecido al charango. De hecho, aquel disco se llamaba precisamente así, Ronroco. Esta vez, en su nuevo álbum en solitario, Santaolalla resolvió rendirse nuevamente a los pies de su fetiche, aunque sumando otros compañeros de ruta en materia de instrumentos de cuerda regionales: a lo largo de Camino, un viaje musical exquisito y cinematográfico por la inspiración íntima del argentino suenan también el guitarrón, el laúd árabe, el cuatro, el violín Toba y el buzuki. De esta manera, Camino es más que un simple álbum de música instrumental: es un viaje antropológico por la historia y la actualidad de la música sudamericana. Una nueva confirmación del romance que existe entre Santaolalla, el cine y las raíces de su cultura, esa que nunca parece dispuesto a abandonar, ni siquiera cuando los focos de Hollywood podrían encandilar su búsqueda.