La Vela Puerca convocó a Agustín Ferrando –creador del canal Tiranos Temblad! en Youtube– para dirigir un DVD con uno de sus directos en el Luna Park de Buenos Aires. El resultado es Uno para todos, disponible también en formato HD desde la página oficial de la banda uruguaya.
Qué: DVD (edita Mi Semilla Records)
El directo de La Vela Puerca es uno de los más intensos del rock sureño. Es por esa sencilla razón que los integrantes del grupo dudaban en volver a publicar un DVD con el rótulo «en vivo». Le dieron todo el crédito a Agustín Ferrando, quien antes de volverse una estrella de Youtube con los geniales programas semanales de Tiranos Temblad!, había firmado el documental Normalmente anormal (2009), un trabajo que excede por lejos el listón de «documental de banda de rock» y que tenía como bonus-track el registro de shows en el estadio de Ferro (Buenos Aires) y el Teatro de Verano (Montevideo).
La propuesta que esta vez le hizo el grupo a Ferrando fue la de intentar transmitir la energía que despierta la banda cuando se presenta en vivo. Eligieron el Luna Park porque es uno de los mejores escenarios para tocar y también para filmar. Se utilizaron exclusivamente cámaras de fotos, por elección estética de Ferrando. «Todos los que los hayan visto a La Vela sabrán que es imposible no emocionarse», dice el realizador. «Hacer un buen registro de un show era una asignatura pendiente que teníamos desde hace muchos años». El resultado es Uno para todos, lujosa edición en DVD que también puede descargarse –en formato HD– desde la página oficial del grupo.
«Los conocí alrededor de 2006», recuerda Ferrando. «Ellos tenían una valija llena de cosas filmadas y andaban con ganas de hacer algo con eso. Pero no estaban buscando un editor, sino más bien alguien que se comprometiera y contara su versión de esa historia». Así fue que comenzó a darle forma a la película Normalmente anormal, mientras salía de gira con el grupo en el rol de VJ. Desde entonces se siente parte de la familia de La Vela. «La filosofía que tienen para vivir y enfrentar las cosas me cautivó, me convenció de que valía la pena encerrarme el tiempo que fuera necesario para agarrar ese archivo inmenso y ordenar el caos». Cinco años después, metió más de veinte cámaras de fotos en el escenario del Luna Park para lograr que los espectadores de Uno para todos sientan la intensidad del show.
