Iván Krisman, bajista de La Hermana Menor, abrió una cuenta en Bandcamp para compartir un excitante cancionero en formato power trío. Un repertorio ruidoso, progresivo y altamente recomendable para quienes el rock and roll nunca debe perder su esencia física y de trance.
Qué: Disco (independiente)
Pocas veces el rock se vuelve una cosa tan física como sucede en las canciones de Iván & Los Terribles. Parte de la explicación hay que buscarla en que Iván forma parte de la pandilla de egomaníacos de La Hermana Menor, banda montevideana para la que pop-noise es sinónimo de incendio y que maneja a la perfección sube y bajas sónicos que van de la fragilidad velvetiana al más endemoniado viaje stoner. La otra parte de la explicación tiene que ver con el deseo de Iván de montar bardo propio y prescindir de guitarras y guitarristas. Se pasó un par de años experimentando con dos líneas de bajo y una batería, aconsejado por el gurú Andy Adler (integrante de míticas bandas uruguayas como Los Estómagos y Chicos Eléctricos), hasta que se le fue el bajista acompañante con el que ensayaba y se sumó por un tiempo su maestro de yoga (otro gurú, Fede Deutsch, pero en su caso en electrónica). Cuando tuvo una decena de canciones, se metió a grabar con un formato trío. Lo acompañaron Fabricio Luraschi, en batería y Esteban Machado, en teclados, sellando la integración de Los Terribles que se completa con él administrando bajo y vocales. El resultado es Los incautos no fallan. Un disco para poner a todo volumen y comprobar que todavía se puede entrar en trance con los ingredientes más precarios y poderosos. Dice Iván "Terrible" Krisman que adentro de su banda se siente «como lluvia cayendo sobre lava encendida: me vaporizo al primer contacto». Y agrega: «Tengo desarrollada una técnica de autohipnotismo dentro de la ceremonia musical: empieza cuando enchufo todos los cables, pruebo el sonido del micrófono y acomodo los objetos a mi alrededor. Todo desaparece, menos los sonidos y la interacción con el cuerpo». Le gusta la definición de Los Terribles como rock físico. «Conozco músicos que conciben la música más como un cuerpo de conocimiento, algo intelectual o académico, otros como una técnica manual, una gimnasia de coordinación digital, otros como un semblante de personalidad. Para mí, como supongo que le pasará a los bailarines de samba brasileños, es una fiesta corporal absolutamente fuera del control racional».
