Tras una larga espera, finalmente llega el tercer álbum de la cantante y compositora chilena que poco a poco va poniéndole voz definitiva a su generación. Un trabajo digno de sus predecesores y que confirma que la expectación ha valido la pena.
Qué: Disco (edita Sin Anestesia)
Tajo abierto será, definitivamente, un disco bisagra en la incipiente obra de Francisca Velenzuela, cantante y compositora chilena que ya había dejado con la boca abierta a muchos con sus dos álbumes anteriores. En aquellos dos trabajos (Muérdete la lengua, de 2007, y Buen soldado, de 2011), Francisca puso en claro al menos dos cosas: que en los dominios de una canción todo puede decirse, inluso más de una verdad incómoda; y que el límite para la innovación la pone cada artista con sus propias decisiones. Así, su repertorio, clásico y moderno a la vez, continúa ensanchando sus fronteras en este tercer trabajo, en el que incorpora una sonoridad más internacional que nunca, para aplicarla a una colección de piezas bañadas de actitud rock, ritmos bailables y dinámica pop. Quizás sea así porque Tajo abierto fue grabado principalmente en los Estados Unidos, más precisamente en Los Ángeles y con la colaboración de productores como Dave Sitek (Foals, Liars, Yeah-Yeah-Yeahs), Jesse Rogg (Sam Sparro), Vicente Sanfuentes (Sr Coconut) y Aureo Baqueiro (Natalia Lafourcade, entre otros). En resumen: once canciones que revalidan su importancia en la música chilena actual y que la propulsan como una de las grandes voces de su generación a nivel continental.
