Situada temporalmente en los años 90, la nueva película del realizador bonaerense ofrece épica teatral para profundizar en un tema urticante: el neoliberalismo económico y la sed de consumo de la Argentina de aquellos años.
Qué: Película (estreno en Argentina)
No es complicado resumir la esencia de Las insoladas, la nueva cinta de Gustavo Taretto, realizador argentino que ya había puesto a prueba su gran capacidad para construir guiones potentes en 2011 con Medianeras. Podría decirse simplemente que se trata de una larga conversación entre seis amigas (excepcionalmente interpretadas por Maricel Álvarez, Luisana Lopilato, Carla Peterson, Violeta Urtizberea, Marina Bellati y Elisa Carricajo), en la que planean un viaje a Cuba, un poco para darse un gusto y otro poco para desafiar a su propio destino, que parece condenarlas a tomar sol en la terraza de un edificio, con una piscina de plástico como único océano de lo real. La historia está ambientada en los años 90, el apogeo de la fiesta menemista, cuando el liberalismo económico parecía una panacea, aunque hoy sabemos que no era tan así. De esta manera y a medida que avanza la tarde el entusiasmo de las chicas pasa por todos los estados, conviertiendo el guión y muy especialmente los diálogos (perfectos, abosbentes y efectivos) en los protagonistas principales de una película sencilla pero muy intensa.