El cantautor pone en una licuadora sus influencias históricas y presenta uno de los batidos más refrescantes del verano porteño: rock de autor con pinceladas pop al servicio de melodías nerviosas e inspiradas, en la más pura tradición del denominado «rock nacional».
Qué: Disco (independiente)
Imaginen a un Badly Drawn Boy con influencias argentinas. Es decir, ¿cómo sonaría el cantautor británico si, en lugar de vampirizar a David Bowie, John Lennon y Bob Dylan, hiciera lo propio con leyendas porteñas como Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Charly García? Posiblemente sonaría como lo hace Guillermo Beresñak en su nuevo trabajo, Mucha madera. Según el propio Beresñak, el álbum «retrata los choques de una pareja y cómo sobrevivir a eso, aceptando la caída del ideal y entendiendo que para poder vivir con una persona hay que atravesar un montón de problemas que si la amás se deben vencer». ¿Rock idealista? ¿Pop sucio? ¿Un poco de ambos? Lo que sí es seguro es que quien también forma parte del dúo Le Microkosmos –grupo con el que grabó cuatro discos y con otro en camino– tiene mucho para decir, y a la hora de escoger cómo expresarlo no parece preocuparle el rastrillaje de influencias. Una colección de canciones que no dan respiro y cuya intensidad abruma de principio a fin, como la vida misma.
