Tras un pequeño paréntesis en el que el grupo parecía en barbecho, Margarita vuelve con un EP de seis canciones que destilan su mejor esencia: rock rápido, ritmos extraños y frenesí vocal.
Qué: EP
Con un título que parece querer otorgarle la nota máxima, un diez, Margarita regresa tres años después de editar su anterior trabajo Explota el cuerpo, también con el sello Bcore. Y lo hace de la mejor manera posible: destapando el tarro del rock dadaísta, retorciendo el pop, acelerando la psicodelia y quebrando los ritmos en seis canciones que pasan como un suspiro pero que casi agotan por su intensidad. Su actitud punk, que se olvida de clichés y esquemas, hace del cuarteto uno de esos nombres a los que echar el ojo y no perder de vista, porque de esas ideas medio-locas-medio-geniales siempre se obtienen cosas nuevas y diferentes. Producido en esta ocasión por Sergio Pérez, que ya ha trabajado con Joe Crepúsculo o Svper, entre otros, su estilo queda aún más depurado y brilla en cada tema, desde el tropical Idéntico al frenético post-pop de Color o el post-hardcore de Coge un trapo y cúbrete. Habrá que tener en cuenta a Margarita porque seguirá dando que hablar.