De manera sigilosa la banda madrileña publica su octavo disco, un trabajo con letras reflexivas y elaboradas acompañadas de un rock complejo que continúa la senda de su álbum anterior.
Qué: Disco (edita Origami)
La fría y gris portada, con una isla de piedra fotografiada por Elba Fernández, anuncia un disco duro, denso y rocoso; quizás la obra más reflexiva que Havalina ha compuesto a lo largo de su dilatada carrera. En Islas de cemento, octavo álbum de la banda madrileña –y cuarto publicado con Origami–, podemos encontrar letras como las de Ya va siendo hora o El olmo centenario que reflexionan sobre la madurez y el tiempo pasado, sobre la vida adulta y los recuerdos. Musicalmente es un trabajo complejo en el que Havalina ha experimentado con las guitarras, los cambios de ritmos y los loops, acercándose unas veces al rock de una manera salvaje –como en el tema que da título al disco– y otras a un sonido más enrevesado y cercano al rock atmosférico –como en la extensa Lluvia en el cementerio de coches. El grupo ha vuelto a grabar este nuevo álbum con Dany Richter aunque ha sido Manuel Cabezalí, su líder, quien ha producido y arreglado los once temas de un trabajo arriesgado y con muchas aristas que seguramente seducirá a los amantes del rock menos típico.
